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¿Por qué donar sangre?

La donación de sangre es un acto solidario, seguro y sencillo, que contribuye a salvar vidas y a mejorar la salud. El proceso de donación es asistido en todo momento por profesionales especializados. Existe una necesidad constante de donaciones, ya que la sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado. Las donaciones regulares de sangre son imprescindibles para garantizar la disponibilidad de sangre segura en el momento y el lugar en que se precise.

¿Qué es la donación voluntaria?

El donante voluntario es una persona en buen estado de salud, que de forma altruista realiza una donación de sangre o de sus derivados.

¿Quiénes pueden donar?

Puede donar sangre cualquier persona sana entre 18 y 65 años que pese más de 110 libras. Las mujeres pueden donar sangre cada 4 meses y los hombres cada 3 meses.

Una sola donación, puede salvar hasta 3 vidas

La sangre es el regalo más valioso que podemos ofrecer a otra persona. La decisión de donar sangre puede salvar una vida, o incluso varias si la sangre se separa por componentes sanguíneos (glóbulos rojos, plaquetas y plasma), que pueden ser utilizados individualmente para pacientes con enfermedades específicas.

¿Cuáles son los tipos de donación?

  • Voluntaria (altruista)
  • Reposición
  • Dirigida (para un receptor específico)
  • Autóloga (para sí mismo, con indicación)
  • Terapéutica (con indicación médica)

Vida limitada de la sangre

La sangre y sus componentes tienen una vida limitada. Cada componente de la sangre necesita unas condiciones diferentes para mantenerse en perfecto estado.
  • Los paquetes globulares se conservan hasta por 35 días.
  • El plasma se conserva durante 1 año congelado.
  • Las plaquetas se conservan 5 días.

Grupos Sanguíneos

Necesidad de sangre

Diariamente cientos de personas necesitan sangre en nuestro país. La necesidad de sangre es constante y, por lo tanto, también lo deben ser nuestras donaciones. Cada día, todos los hospitales y clínicas necesitan sangre o componentes sanguíneos para atender a sus enfermos, ya que la mayoría de intervenciones quirúrgicas y muchos de los tratamientos médicos requieren de transfusiones.

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Derechos y deberes de los donantes de sangre

Diariamente cientos de personas necesitan sangre en nuestro país. La necesidad de sangre es constante y, por lo tanto, también lo deben ser nuestras donaciones. Cada día, todos los hospitales y clínicas necesitan sangre o componentes sanguíneos para atender a sus enfermos, ya que la mayoría de intervenciones quirúrgicas y muchos de los tratamientos médicos requieren de transfusiones.

Derechos

  • Derecho a ser informado previo a la donación de las exigencias y condiciones médicas y legales en vigor y al reconocimiento médico consiguiente.
  • A no ser rechazado en su voluntad de donar sangre por motivos distintos a los descritos en las políticas del banco de sangre, pudiendo solicitar información de las causas del rechazo.
  • Atender y cumplir las indicaciones médicas recibidas antes, durante y después del acto de la donación.
  • A formar parte de una hermandad o club de donantes de Sangre, de cuya existencia será informado y disponer de un documento-carnet que acredite dicha condición.
  • Disfrutar de una cobertura que alcance los riesgos y accidentes sobrevenidos con motivo de la donación.
  • Disponer de información estadística, a través de su hermandad o club de donantes de sangre, sobre el uso y destino de su sangre por parte de la Administración técnico-sanitaria.

Deberes

  • Aceptar los condicionantes médico-legales en vigor, por lo que informará verazmente sobre su estado de salud.
  • El empleo del tiempo necesario para efectuar una donación de sangre será considerado a todos los efectos como cumplimiento de un deber de carácter público y personal.
  • Atender y cumplir las indicaciones médicas recibidas antes, durante y después del acto de la donación.
  • Divulgar la trascendencia y significación, tanto sanitaria como social, del acto de la donación altruista de sangre, colaborando con su hermandad o club de donantes de sangre en la promoción de la misma.
  • Aceptar el compromiso de gratuidad y altruismo de la donación de sangre.
  • Renunciar a conocer el receptor de su donación.